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LA INGENIERÍA DE PROCESOS PRODUCTIVOS


Se puede definir la ingeniería de procesos como la especialidad de la ingeniería industrial que se ocupa del diseño, puesta en marcha, gestión y mejora de los procesos productivos que dan existencia física a un producto.

En el ciclo de desarrollo de un producto existen dos figuras clásicas en el ámbito de la ingeniería industrial: la ingeniería de producto y la ingeniería de proceso:

La ingeniería de producto. Es la responsable de la funcionalidad final del producto, de la tecnología necesaria y del diseño detallado. Se suele encuadrar en las áreas de Investigación y Desarrollo.

La ingeniería de proceso. Es la responsable de definir cómo se fabricará el producto diseñado, con qué tipo de proceso, qué herramientas y tecnologías de producción son necesarias. Se suele encuadrar en el área de Industrialización y Producción.

El ciclo de desarrollo de un producto ha sido tradicionalmente secuencial: primero los ingenieros de producto desarrollan el producto y cuando está totalmente definido se transfiere a los ingenieros de proceso que se encarga de diseñar un proceso adecuado de fabricación. Una vez definido y puesto en marcha, este proceso es transferido a producción que se encargará de gestionarlo.

Este enfoque presenta graves problemas:

• El tiempo de desarrollo del producto es muy largo.

• A menudo se generan productos que son imposibles de fabricar o necesitan medios muy costosos para hacerlo.

• No hay retroalimentación, lo que hace que en la fase de producción aparezcan por primera vez problemas de calidad e incluso de «fabricabilidad» del producto. Corregirlos entonces es muy costoso o a veces simplemente imposible.

El enfoque actual de desarrollo de un producto es el denominado ingeniería simultánea o ingeniería paralela.

Consiste en que desde las primeras fases de definición del producto, ingenieros de producto e ingenieros de proceso (y también ingenieros de producción) trabajan juntos y en paralelo definiendo a la vez el producto y el proceso productivo que le dará existencia real. De esta forma se asegura un diseño de producto adecuado, consiguiéndose:

• Una reducción importante del ciclo de desarrollo del producto.

• Unos menores costes de fabricación al asegurar desde el diseño la fabricabilidad.

• Mayores niveles de calidad, pues en el diseño del producto se introducen elementos que aseguran el proceso productivo.
Con este enfoque podemos describir las responsabilidades de la ingeniería de proceso como sigue:

En el diseño del producto:

• Aportar los conocimientos sobre tecnologías de fabricación disponibles para la producción del producto.

• Asegurar la fabricabilidad del producto, es decir, asegurar que el producto puede ser producido en serie mediante un proceso físico eficiente.

• Aportar ideas al diseño del producto que lo haga más fácilmente producible (reducción de los costes de fabricación desde el diseño) y seguro (eliminar problemas de calidad desde el diseño).

En la industrialización del proceso.

• Definir el proceso de producción, las herramientas y maquinaria necesaria.

• Definir el equilibrado del proceso.

• Diseñar la distribución en planta del proceso (layout).

• Desarrollar la documentación asociada al proceso: instrucciones de trabajo, instrucciones de la maquinaria, pautas de mantenimiento, controles de calidad...

• Definir los parámetros a medir para gestionar el correcto funcionamiento del proceso desde el punto de vista técnico-tecnológico y también de coste.

En la puesta en marcha.

• Cualificar la maquinaria y herramientas, es decir, asegurar que cumplen los requerimientos definidos.

• Asegurar la correcta ubicación de la maquinaria (layout) y su puesta en marcha.

• Formar a los operadores de producción y usuarios del proceso en general.

• Comprobar los supuestos de diseño, reajustándolos si es necesario (ajuste fino).

En el funcionamiento en serie del proceso.

• Gestionar el proceso utilizando los parámetros de control definidos (productividad, niveles de calidad, control estadístico de procesos, parámetros técnicos...)

• Adaptar el proceso a posibles nuevos requerimientos: cambios de cadencia de producción, cambios técnicos, modificaciones del producto, mejora de calidad...

• Asegurar la mejora continua.
A menudo en el ámbito de la ingeniería de procesos se demanda puestos de trabajo concretos que reciben diferentes nombres en función de la especialidad dentro de este ámbito:

• Ingeniero de industrialización. Se asocia normalmente a las fases de diseño. Suele estar especializado en los aspectos tecnológicos del proceso: maquinaria, utillajes...

• Ingeniero de métodos y tiempos. Más tradicional, se asocia al equilibrado de procesos, definición de estándares de trabajo y documentación.

• Ingeniero de procesos. Más moderno. Se asocia al diseño de proceso general y su primera puesta en marcha: equilibrado, distribución en planta, documentación, formación de los operarios...

• Ingeniero de producción. Se asocia al ingeniero de procesos que desempeña su labor en la fase de producción en serie. Se responsabiliza de los ajuste del proceso necesarios, de su gestión y mejora continua para cumplir con los objetivos y planes de producción (en cuanto a coste, calidad y plazo).

Fuente:


Suñé, Torrents, Albert, et al. Manual práctico de diseño de sistemas productivos, Ediciones Díaz de Santos, 2004. 


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